La
segunda guerra mundial fue uno de los peores episodios por los que ha tenido
que pasar la humanidad.
Las
principales consecuencias fueron la crisis social, la crisis económica, los
millones de personas que murieron, las crisis morales, etc.
Finalmente,
el 9 de Mayo de 1945 se anunciaba el final de la guerra, después de cinco años,
ocho meses y siete días de batalla.
A
diferencia de la primera guerra mundial, en la que los Estados Unidos optaron
por el aislamiento, al finalizar la segunda guerra mundial, asumieron la
responsabilidad de una política de intervención en conflictos como primera
potencia mundial.
Los
Estados Unidos, aplicando la "Doctrina Truman" (tratar de frenar la
expansión del comunismo y de la Unión Soviética), lanzaron el conocido
"Plan Marshall" para ayudar económicamente a los países europeos. Una
condición básica para recibir ayudas por parte de los americanos era la
adopción de una política de libre comercio.
Este
plan tenía como objetivo ayudar económicamente a los países más perjudicados de
Europa tras la guerra.
Por
tanto, en 1948 creó la Organización para la Cooperación Económica Europea
(OECE) que ayudó a liberalizar el comercio entre los estados miembros,
introduciendo acuerdos monetarios y ayudando a la cooperación económica.
Un
año después, los Estados Unidos junto a la mayoría de los estados democráticos
de Europa fundaron la OTAN, alianza militar occidental enfrentada a la Unión
Soviética.
También
se creó el Consejo de Europa, organismo cuyo objetivo es el de fomentar la
cooperación política entre los países europeos. Su principal función ha sido y
sigue siendo la de reforzar el sistema democrático y los derechos humanos en
los estados miembros.