La
Segunda Guerra Mundial ha sido el mayor conflicto bélico que ha vivido la
humanidad hasta la fecha. Dejando un saldo de millones de víctimas, en su mayoría
civiles, y gran parte de las más antiguas ciudades del mundo demolidas en
escombros, el enorme poder arrasador del conflicto radicó en el desarrollo de
novedosas y mortíferas armas. Algunas de las tecnologías generadas en el furor
del combate fueron reconvertidas luego en nuevas formas de transporte o
energía. En otros casos, lo más inteligente fue mantener inactivo su terrible
poder de destrucción.